COSTIERA AMALFITANA


Unos días de vacaciones de verano en Italia, un Cinquecento con nervio y muchas ganas de conocer.El lugar escogido: la costa Amalfitana, una carretera costera entre Nápoles y Salerno, en total unos 50 kilometros por un paraje de ensueño. La "costiera Amalfitana" es una estrecha carretera de apenas doble sentido por el que circulan autobuses, coches, motos (por la izquierda), bicis, peatones ... en un increíble y milagroso caos. La circulación se resuelve de manera hábil y eficiente gracias a los magníficos reflejos de los conductores. Antes de tomar la Costiera recorremos la península de Sorrento y sus alrededores.

Sorrento 
Comenzamos en Sorrento, ciudad que se descuelga sobre el mar rodeada de la magnífica península y Cabo de Sorrento a tiro de piedra de Capri. Como todas las ciudades y pueblos de estos lugares es una ciudad angosta de estrechas callejuelas llenas de comercios y encantadores restaurantes. Mucha animación.
Si queréis disfrutar a vista de pájaro un hermoso panorama, tomad el coche y acudid al punto panorámico del monasterio del Deserto - S. Agata sui Due Golfi.

La vista es sencillamente espectacular: se domina la la Bahía de Nápoles, Sorrento y las islas de Ischia y Capri. La entrada es gratuita y cierran a las 19.00 hrs. La mejor vista de Capri se obtiene desde el pueblo de Termini. Después para una puesta de Sol espectacular recomendamos ir a cenar al restaurante "Il Cantuccio" en el centro y plaza principal Via Pennino en Massa Lubrense. Vistas espectaculares a la bahia de Nápoles sus islas y el sol en su esplendor al atardecer.

Isla de Capri
Los platos de pasta de este restaurante nos encantaron: Scialatielli Frutti di mare y Linguini Vongole, sabor marinero. También la ensalada Caprese estaba buenísima y era abundante. Como detalle de la casa pan de pizza y aceite de oliva, para beber vino blanco  o una cerveza Peroni de las grandes. Postre: Tarta Caprese al Limón.

Una cena grandiosa, con las mejores vistas, tranquilidad y todo a mucho mejor precio que en Sorrento.


                                                    Puesta de sol desde el restaurante "Il Cantuccio"

Sorrento y Nápoles desde el Deserto


Positano




Continuamos a Positano verdadero comienzo de la Costiera. Ante nosotros un pueblo literalmente colgado de las montañas de su alrededor. Las casas se precipitan hacia el azul en busca de la playa y del puerto. Abajo un encantador laberinto de calles y plazas que nos conducen al mar. Bullicio, restaurantes, tiendas, pastelerías increíbles y glamour.


Para la noche recomendamos una alternativa económica para cenar y tomar una copa Low Cost:


Pizza  en Trattoria Capricci en Via Reggina Giovanna 12 al lado del puerto, pero no en las mesas de la calle, sino en el balcón de su Take Away.


Después en el kiosko del puerto "La Alternativa"(un simple kiosko) donde se puede tomar una cerveza, un prosecco o un cóctel a precios "low cost" con vistas al pueblo y al mar.




Un día de dolce far niente en la playa


Al día siguiente nos acercamos a la playa más exclusiva y acogedora de Positano se llama playa de Fornillos. Tomamos el pequeño bote de los hermanos Grassi que nos transporta gratuitamente. Son sólo 10 minutos dando la vuelta del cabo del puerto y también se puede ir andando.

 

Sí señor, un día disfrutando de las claras aguas con tumbona, sombrilla y wifi del restaurante.     

                                   





Recorremos la costiera, desde Positano pasamos Praiano, playa de Furore y después Amalfi.



 

 .......Y encontramos la maravillosa playa de La Vite ya cerca de Amalfi 


Ravello

Maravillosa ciudad medieval, Ravello fue una importante población de la República amalfitana, una importante república marítima italiana, potencia comercial en el Mediterráneo desde el año 839 hasta aproximadamente 1200. 


Comerció con Oriente y vivió un gran apogeo comercial que permitió a los aristócratas construir sus maravillosos palacios al borde de los acantilados sobre la costa.  
  
Destaca entre ellos Villa Cimbrone, famosa por la "Terraza del infinito", balcón sobre un acantilado con vistas inigualables sobre la costa amalfitana y el Golfo de Salerno.


Villa Rufolo (1270), fue construida por Nicola Rufolo, adinerado comerciante de Ravello, en el borde de un acantilado sobre la costa. 

La villa es mencionada por Giovanni Boccaccio en el Decamerón, y es el lugar que sirvió de inspiración a Richard Wagner para el diseño de los escenarios de su ópera Parsifal, de 1880.
 

Ravello ha servido históricamente como lugar de retiro de artistas, músicos y escritores como por ejemplo: Richard Wagner, Giovanni Boccaccio, Virginia Woolf, Gore Vidal, y Greta Garbo. Buena parte de los Palazzos han sido convertidos en hoteles de cinco estrellas como el famoso hotel Carusso y Palumbo. 


 


Pompeya


Entramos en Pompeya por Puerta Marina, en unos minutos nos encontramos con el Templo de Apolo y los edificios del Foro desde aquí si seguimos recto tomaremos la Vía dell'Abondanzza columna vertical de la ciudad que recorre toda la ciudad dirección Este hasta el Anfiteatro. En la explanada del Foro si tomamos dirección Norte nos encontraremos en seguida con las Termas del Foro y nos podremos desviar hacia la puerta de Herculano para visitar la villa de los Misterios, visita imprescindible.

Lo que vimos nos maravilló, pasar el día recorriendo las calles de la ciudad, entrando en las casas y edificios observando la rica arquitectura y las maravillosas pinturas que decoraban las paredes. A nuestro alrededor, montañas y el omnipresente Vesubio dominando el paisaje. En algunos edificios los restos humanos de los desgraciados habitantes de la Pompeya del año 79 d.c. nos impactaron.

Las Termas, los frescos de la Villa de los Misterios, La Casa del Fauno, la Casa de Meneandro el Lupanar con su menú amoroso y sus anécdotas..... todo ello nos hace contemplar la ciudad con admiración, emoción y con cercanía. 













 
 




Visitamos el Teatro Grande, el Templo de Isis a la sombra de árboles centenarios y nos dirigimos al huerto de los Fugitivos donde hay un viñedo cultivado como se hacia en época romana y se conservan los vaciados de algunas de las victimas hombres, mujeres y niños que trataron de huir en vano.


















 Pompeya: grandezas y miserias, lo divino y lo humano, la tragedia y el arte.  

 Herculano (Ercolano)

Otra ciudad masacrada por la violencia piroclástica del Vesubio en el año 79. Era una hermosa ciudad de recreo para los patricios que dejaron su huella en forma de maravillosas villas decoradas con preciosos mosaicos y frescos. Fue tal la virulencia del Vesubio que toda la ciudad quedó sepultada bajo 5 metros de ceniza, esa misma capa de ceniza fue la que conservó de manera excepcional los restos de la ciudad.

En algunas casas se pueden observar vigas de madera que quedaron carbonizadas directamente por las altas temperaturas sin llegar a arder. La ciudad se encontraba al borde del mar y en lo que fue la antigua playa se encontraron los cuerpos hacinados de 300 personas que trataban de salvarse. 




Casas, termas y tabernas están conservadas de forma impecable. En la mayoría de los edificios se conservan las dos plantas intactas y en el interior de algunos de ellos es posible contemplar los  frescos y mosaicos que dejan constancia del lujo reinante
antes de la gran catástrofe. 













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