La Rioja
Finales de verano, necesitamos una buena escapada para prepararnos para el otoño. Nos han hablado bien de Logroño..¡Vamos allá!
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| Calle Laurel Bar El tío Blas |
El camino desde Madrid se hace corto, el paisaje a partir de Soria, interesante.
Atravesamos la sierra de Cebollera, por el valle de Iregua y los pueblos Villanueva de Cameros, Torrecilla de Cameros...y varios más con ese apellido. Nos apetece visitar estos pueblos por su hermoso paisaje encerrado entre el río y los farallones rocosos.
Casi sin darnos cuenta estamos en Logroño, a tiempo para cenar. No perdemos el tiempo, es viernes y queremos tapear en la calle Laurel.
Nuestras expectativas se ven superadas, el buen vino corre por todos los bares de la capital de La Rioja. Los pinchos y las tapas son excelentes y muy originales. Empezamos en El Tío Blas con una mini hamburguesita, croqueta de Ibéricos y carne a la brasa.
Rioja del año o crianza de acompañamiento.
Nos apetece cambiar de sitio. Andamos hasta el bar Angel a por algo más ligero. Un pincho de champiñón con gamba, receta exclusiva. La verdad es que está buenísimo. 
En D.O. Laurel, recién abierto, tortilla evolucionada.Después nos acercamos a la calle San Juan al lado de la catedral.
Super recomendado tomar en "Los Rotos" San Juan 14, pincho de huevos rotos con lo que más te guste: chistorra, boletus, gulas, bacalao...
Excepcional.
Al día siguiente visitamos la bodega López-Heredia (viña Tondonia), una de las bodegas más antiguas de la Rioja. Una visita que no hay que perder: métodos tradicionales y trabajo esmerado garantizan un vino espectacular.
Después de recorrer la bodega, degustamos dos vinos de la bodega López-Heredia en su mejor momento.
Blanco Viña Gravonia Crianza 2003: amarillo pajizo, con notas de frutas de hueso blanco y ciruela.
Viña Tondonia Reserva 2001: un vino de una cosecha excelente, color rubi con bordes amarillos y notas de tabaco y cuero.
La visita dura unas dos horas y depués compramos en la tienda los dos vinos que hemos probado. El precio pagado por la entrada y la visita se descuenta de la compra de vinos.
¡Que buena experiencia! La comida, la bebida, la cultura y los paisajes....
Logroño y La Rioja ¡qué lugar para disfrutar!
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